Las lecciones que BitCoin puede aprender del Arbitraje Internacional / Por: Jaime D. Guttman - Cofundador del estudio jurídico Private Advising Group.

Jaime D. GuttmanBitCoin y otras cripto-monedas siguen ganando popularidad por fuera del sistema bancario. Pero este desarrollo no está exento de desafíos. En esta columna, el autor propone que varias de las claves que derivaron en el desarrollo del Arbitraje Internacional, pueden ser aplicadas a estas divisas virtuales.


Las monedas virtuales o cripto-monedas, con BitCoin a la cabeza (o BTC, ya que este acrónimo identifica tanto a esta como al resto de las divisas virtuales) han experimentado un importante crecimiento en su popularidad. Hasta hace poco tiempo, muy poca gente las conocía y, mucho menos aún, las utilizaba. Pero su evolución, con todos sus beneficios y contratiempos, ha sido notable y continúa transformando el panorama financiero. Aún así, BitCoin opera por fuera del sistema bancario y aún no ha sido reconocido por estados y gobiernos. Como consecuencia de ello, tampoco ha sido todavía ampliamente aceptado por los diversos actores involucrados en el comercio nacional e internacional.


El Arbitraje Internacional, hoy ampliamente utilizado y respetado, surgió en circunstancias similares. Por lo tanto, creo que BTC tiene mucho que aprender de esta metodología.

Empecemos por el principio ¿Qué es Bitcoin?

 

La moneda de Internet

BTC es una moneda virtual que se mantiene en una "billetera digital" en su PC o teléfono móvil. Los pagos se envían de una cartera a otra (como PayPal) y un sistema de encriptación verifica que las transacciones sean legítimas, lo que es finalmente corroborado por otros usuarios de BTC.


Uno de los principios de BTC es que no tiene un “Banco Central” o gobierno que la respalde y su valor es fluctuante: valía unos pocos centavos cuando fue creado en 2009 y llegó a valer cerca de 1.000 dólares a fines de 2013. Esto motivó especulaciones y controversias que funcionaron como munición gruesa para todos aquellos que buscan desacreditarlo. Algunos de estos hechos fueron los quiebres de Mt.Gox (uno de los más antiguos e importantes operadores de cambio de BitCoins) y Flexcoin, lo que provocó la caída momentánea del valor de la divisa virtual desde los 700 dólares hasta los 200, aunque a los pocos días ya estaba rozando nuevamente los 600.


BTC opera en todas las regiones del planeta (incluyendo China, Europa y Estados Unidos) y su volumen de transacciones se mantiene en alza rozando las 100 mil mensuales. Un creciente número de comercios acepta BTC, incluyendo importantes cadenas de retail como TigerDirect o Overstock y ya se están abriendo establecimientos físicos de intercambio de BitCoins. Naturalmente, esto lleva a que las autoridades gubernamentales le estén prestando mucha más atención a BTC.


Moneda u objeto

La presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, se refirió a esta moneda virtual como un “útil e innovador medio de pago que se ha hecho un hueco fuera del sistema bancario”. En efecto, eso de “hueco y “fuera” son los desafíos con los que se enfrenta BTC: los gobiernos no lo reconocen como divisa. En Estados Unidos, por ejemplo, BTC fue clasificado por el IRS (Internal Revenue Service) como un bien, un objeto, más que una moneda. De esta forma, una transacción con BTC se vuelve más algo más parecido a la venta de oro o acciones. Esto determina, entre otras cosas, que si el precio del BTC aumentó desde que el usuario realizó una transacción, debe pagar impuestos por la diferencia.

Además, los usuarios tendrán que informar al IRS cualquier transacción por encima de los 600 dólares, así como en los casos en que se utilice BTC para pagar sueldos, salarios, rentas y otras formas de compensación. Si BTC fuese tratado como una moneda extranjera, se le aplicaría las tasas comunes de impuestos (no las ganancias de capital) y las pérdidas serían más fáciles de deducir.

Cómo incorporar a BTC al sistema y lograr su aceptación por parte de los gobiernos de todo el mundo es algo que estas monedas pueden aprender del Arbitraje Internacional.


El modelo del Arbitraje Internacional

Para que BTC obtenga una amplia aceptación, es necesario que se fortalezca por cuenta propia, creando reglas y procedimientos que puedan armonizar su uso. En este punto, se puede establecer una analogía con el Arbitraje Internacional, la metodología privada de resolución de disputas comerciales entre países. La comparación es posible ya que ambos nacen como alternativas privadas a mecanismos que se encontraban bajo la órbita de los gobiernos. En un caso la resolución de disputas y, en el otro, las transacciones económicas.


Durante cientos de años, el método preferido para la solución de controversias era utilizar los tribunales creados por cada país, con el juzgado designado por cada gobierno. Sin embargo, en el comercio internacional, ninguna de las partes en conflicto quería que el juez sea de un país rival. Por lo tanto, la necesidad de una alternativa a estas cortes gubernamentales fue un tribunal privado con jueces independientes, pagados por ambas partes, encargados de resolver la controversia


Pero este proceso no fue reconocido ni permitido por los Gobiernos (como sucede con BTC). De hecho, fue incluso ilegal en muchos países. Esto hacía difícil hacer cumplir las decisiones tomadas por estos tribunales privados. Reconociendo estos desafíos, las partes involucradas en el comercio internacional crearon normas, procedimientos y otros instrumentos para armonizar el sistema y también presionaron a sus gobiernos para que promulguen leyes que los legitimen. Tomó tiempo, pero ahora el Arbitraje Internacional es un método privado ampliamente aceptado para la resolución de disputas. Muchos países promulgaron leyes y estatutos que facilitan el proceso, así como también rubricaron acuerdos internacionales para el reconocimiento de los laudos arbitrales.


BTC tiene que seguir un camino similar. Aunque casi todos los países tienen su propia divisa, las monedas virtuales se han convertido en una alternativa privada a las transacciones en moneda nacional. Lograr que BTC resulte ampliamente aceptado, como lo es el arbitraje internacional, no será un proceso sencillo. La buena noticia es que ya son muchos, en todo el mundo, a quienes les gustaría lograr este objetivo. Lo que queda será crear regulaciones, alianzas y compromisos, para que el sistema puede llegar a ser universal.


El comercio internacional ha tenido éxito en la creación de un sistema de resolución de controversias completamente privado y por fuera de los tribunales establecidos por los gobiernos, pero ampliamente reconocido y aceptado por esos mismos gobiernos en todo el mundo. Lo mismo es necesario para BTC (y todas las cripto-monedas) para tener éxito: un sistema que funcione independiente de los gobiernos, pero reconocido por ellos.


Esta divisa resulta prometedora ya que estamos ante un mundo el que las monedas tradicionales (que responden a un estado en particular), están perdiendo la credibilidad que tuvieron durante siglos, la intermediación financiera es cara y obsoleta y en el que la tecnología y el mundo digital avanzan sin frenos.